Verónica Sánchez Moreno
Los socios de ARES en esta isla han llevado a cabo la primera jornada de Desplazamiento Táctico en Montaña, mezclando táctica de combate con conocimiento del entorno natural.
La mañana del sábado 18 de febrero en el bosque de laurisilva de Las Mercedes, situado en la localidad tinerfeña de Anaga, dio inicio un intenso día en el que 15 reservistas voluntarios socios de ARES participaron en la primera jornada de Desplazamiento Táctico en Montaña organizada por la delegación de las islas, que fue complementada con dos formaciones de iniciación al cuchillo de combate, combate cuerpo cuerpo y conocimiento del medio, flora, fauna, recursos naturales y geología.
La jornada comenzó en modo táctico, con una distancia de 9 metros por persona, en completo silencio, únicamente comunicados por walkie-talkies. Así caminaron los participantes, en una marcha coordinada por el sargento (RV) José Ramón Espeleta, durante 10 horas, realizando sendas paradas para desayunar, primero, durante 15 minutos; otra para recibir la formación de conocimiento del medio, de 20 minutos; una siguiente de 15 minutos destinada al almuerzo, y otras dos paradas, de una hora de duración cada una, para realizar los cursos de iniciación en diferentes puntos del recorrido.
El teniente (RV) de Infantería de Marina Francisco Govantes, biólogo, geólogo y maestro de defensa personal fue el encargado de impartir el curso de esta última materia, así como de conocimiento del medio. Mientras que el curso de cuchillo fue dirigido por el maestro y cabo (RV) de Infantería de Marina Rafael Rodríguez, asistido por el cabo primero (RV) de Infantería de Marina José Díaz. Asimismo, durante la marcha, en la que todos los participantes contaron con el seguro de montaña obligatorio, el teniente (RV) enfermero Jerónimo Yanes se encargó de la parte sanitaria, llevando incluso una camilla de combate transportable y ejerció como guía de montaña el sargento (RV) Alejandro Marrero.
“Pasamos por antiguos caminos reales, que atravesaban ancestrales bosques de laurisilva, cascadas, cursos de agua sobre los que tuvimos que caminar, y en general, por parajes que causaron la admiración de aquellos compañeros que jamás habían pasado por allí”, afirma el sargento (RV) Espeleta, delegado de ARES en Tenerife. Tras atravesar el barranco de Tahodio, entre montañas regresaron los participantes a Anaga, pasadas las 19h, donde se despidieron, en palabras de Espeleta, “con la satisfacción de haber aprendido y estrechado más nuestros lazos como compañeros”.